Frank Múller, director, explicaba así esta fusión de ideas y arquitectura: “Un ejemplo de cómo la estructura se adapta a nuestra filosofía es la importancia que se le ha dado a la luz, a la transparencia y a la apertura a todo el espacio verde”.
El Colegio Alemán es modelo de sostenibilidad, ya que ha sido diseñado para ahorrar energía y minimizar su impacto ambiental a lo largo de toda su vida útil, y por ello ha sido galardonado con el Premio Arquitectura y Energía del Ministerio Federal alemán de Economía en 2011.
Aulario de Primaria y de Secundaria para 1.500 alumnos, comedor, salón de actos, gimnasio de usos múltiples, zona administrativa, vestuarios, aparcamiento subterráneo y una escuela infantil para 300 niños. Con 27.063 m2 útiles construidos, el centro ha sido concebido como una enorme estructura de edificios conectados entre sí a través de claustros interiores y espacios comunes donde descansar, intercambiar experiencias y disfrutar de la naturaleza. Una obra de enormes proporciones que ha diseñado el equipo de arquitectos del estudio Grüntuch Ernst Planungsgesellschaft GmbH, tras ganar el concurso de proyectos lanzado por el Gobierno de la República Federal Alemana (promotor de la obra) y que ha contado con un presupuesto cercano a los 60 millones de euros.
El proyecto ha contado para su ejecución con el apoyo la constructora Dragados España (Grupo ACS). La instalación de los sistemas Knauf ha corrido a cargo de los profesionales de la empresa instaladora Plenum Quality, mientras que el suministro del material ha sido contratado con Teopsa, distribuidor oficial de Knauf GmbH.