Esther Maldonado

Esther Maldonado

Arquitecta-Consultora BIM en ArquiBIM

BIM: un poco de historia

El BIM está de moda. Todo el mundo habla del BIM. Desde que comenzó la década actual,parece que el BIM se ha hecho omnipresente y cada vez son más las empresas del sector de la edificación que apuestan por esta nueva metodología de trabajo que se basa en la integración, en una única base de datos, de la geometría tridimensional del edificio con toda la información asociada al mismo: mediciones, costes, materiales, condiciones energéticas, estructuras, instalaciones, etc.

Esta integración, combinada con un sistema de trabajo colaborativo, permite que el BIM pueda abarcar todo el ciclo de vida del edificio, desde su concepción, pasando por la ejecución de la obra y llegando a la explotación del edificio terminado.

La metodología BIM se basa en el uso de novedosas herramientas informáticas que posibilitan dicha integración de la información. Pero ¿son realmente nuevos los sistemas BIM? Hagamos un poco de historia…

La llegada del ordenador personal, a principios de los ochenta, supuso el pistoletazo de salida para el desarrollo de aplicaciones informáticas de todo tipo, encaminadas a cubrir las múltiples necesidades del sector de la edificación. Muchas empresas comenzaron a desarrollar software orientando a sustituir el tradicional sistema de delineación de planos, por sistemas digitales denominados CAD, acrónimo inglés de dibujo asistido por ordenador. Así, Autodesk lanzó en 1982 su primera versión de AutoCAD, el software CAD más conocido y extendido a nivel mundial.

Lo que no es tan sabido es que, ese mismo año, una pequeña empresa húngara, Graphisoft, comenzó a desarrollar lo que se convertiría en el primer BIM de la historia, ArchiCAD. Graphisoft lanzó la primera versión de ArchiCAD, en 1984 y en 1986 presentó la versión 2.0 para los nuevos Apple Macintosh. Graphisoft acuñó el término Edificio Virtual para referirse a esa integración de información que hoy conocemos como BIM. ArchiCAD fue desde sus inicios un programa amigable y fácil de usar, como era de esperar en cualquier programa desarrollado para el entorno gráfico e intuitivo que ofrecían los Mac.

Simultáneamente al nacimiento de ArchiCAD, la empresa alemana Nemetschek presentó también en 1984 su primera versión de Allplan, definida en aquel momento como “sistema CAD para arquitectos e ingenieros”. Allplan se desarrollaba sobre Unix y requería de potentes estaciones de trabajo, a la vez que ofrecía un potente sistema de integración de la información del proyecto.

Sin embargo, la popularización en la década de los 80 de los ordenadores llamados PC con sistema operativo MS-DOS, hizo que las potentes aplicaciones BIM como ArchiCAD o Allplan quedarán relegadas a un segundo plano frente a soluciones CAD para MS-DOS como AutoCAD.

En la década de los 90, la llegada de Windows supuso una oportunidad para ArchiCAD y Allplan, que dieron el salto al nuevo sistema operativo en 1993 y 1995 respectivamente, lo que posibilitó a ambos programas BIM llegar a un mayor número de usuarios. ArchiCAD sólo tuvo que mantener su interfaz gráfica amigable e intuitiva, mientras que Allplan necesitó adaptarse paulatinamente a la nueva interfaz de Windows hasta que lanzó en 1997 su Allplan FT, la versión 14, ya totalmente basado en iconos, menús desplegables y ventanas gráficas.

Por otra parte, llama la atención que el software BIM que es más popular actualmente, Revit, no nació hasta el año 2000 de la mano de una pequeña empresa americana, aunque realmente fue su adquisición en 2002 por parte de Autodesk lo que propicio el impulso de Revit y su popularización a nivel mundial.

Sin embargo, a pesar de que los sistemas BIM existen desde hace más de treinta años, su uso no ha empezado a extenderse hasta hace poco más de seis años. Quizá una de las principales razones se encuentre en la situación económica mundial de los últimos años. Muchos países han empezado a exigir el BIM en las contrataciones de obras públicas debido a que permite un aumento de productividad, lo que conlleva una reducción de costes, además de un mayor control en todos los procesos y fases del ciclo de vida del edificio. La reducción del gasto es un objetivo de la nueva economía y el BIM lo hace posible.

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